Ipanema con hache minuscula pero solo graficamente
Ipanema, el paseo de Ipanema y la calle Vazquz varela, que dos lugares tan distintos, uno liso y soleado repleto de bellos cuerpos mulatos bendecidos por una genetica propicia y dorados por un sol recurrente frente a una calle con una terrible pendiente y poblada por jubialdos y bolsas amarillas del eko ama, pero entrañable al fin y al cabo, todos esos lugares del barrio de casablanca que solo coinciden en sustantivo con aquellos sitios con los que se denominan, que alguien antes de que los capuchinos vendiesen ese gran solar que va desde el muro de la estacion hasta el hospital xeral decidio bautizar con nombres sureños para intentar asi trasmitir una calidez que por su latitud no se deduciria, pero al final de todo es la gente la que da calor a un lugar, aunque llueva y el cielo este gris es la sonrisa de la gente la que trasmite calor y a mi me pasa muy a menudo que a pesar de subir esa calle medio enjuto y enchepado por la pendiente y guarneciendome del viento o las gotas de agua arrimandome a las paredes siento algo muy especial al tropezarme con algun betusto habitante de ese triangulo de las bermudas olivico que se forma entre el hospital, el corte ingles y la iglesia donde merendabamos y jubabamos al futbolin las tardes muertas de cuando eramos unos prepuberes, no se , a pesar de haber por fin emigrado del influjo inherente de ese lugar, de vez en cuando necesito volver y tropezarme con la mary, con matilde, con el señor bajito de la tienda de muebles, con los dependientes de la seccion de moquetas, con la señora que tenia la tienda de lanas ,con tantos habitantes clasicos y algunos recien llegados que me alegran el dia aunque sea meteorologicamente uno tan gris como este.
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