El seiscientos, el ochocientoscincuenta, el milquinientos, el cientoventicuatro, el cientotrentayuno supermirafiori, esos si que eran cacharros entrañables y no esas cajas de zapatos con nombres de ciudades peninsula e insulares aaaaaah que recuerdos mi madre, aprendimos crecimos y nos desarrollamos como las personas complejas que somos entre la tapiceria de dudoso cuero color granate del ochocientoscincuenta sport y los amplios maleteros del ultra-luxurious milquinientos el coche de los grandes de los setenta si en los States existe un pimp my ride de cadillacs y chevrolets herrumbrosos porquè no darle un nuevo lustre a las grandes creaciones de la seat del generalisimo en pleno siglo XXI redecorandolos con folcloricas vestidas por Carlos Diez Diez y con tapizados ultra Kitcht procedentes de la contraportada de cualquier disco de la coleccion ultra-lounge, es un homenaje que se merecen estas quincallas que de vez en cuando te cruces en callejones adoquinados sin salida o en desguaces ubicados a la vera de puticlubes de carretera. Propongo a Luis Aguilè como presentador de un show cuya sintonia la proporcionaria una version a cargo de "la fundaciòn tony manero" del ultra clasico de maonolo escobar "mi carro" pasada por un filtro copacabana-funky que le iria que ni pintado a este nuevo show que probablemente se terminarìa emitidendo en el National Geograophic chanel por su tremendo valor antropoloautomobilisticosocial.
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